En torno a la creatividad

En torno a la creatividad

“Cuando el viento cambia de dirección, unos construyen muros, otros construyen molinos”.

Proverbio chino.

Hemos sostenido que uno de los pilares que sostienen al modelo sistémico de Análisis y Gestión Estratégica de Conflictos (AyGEC) es transformar las historias como recurso estratégico para preparar la negociación. Esta es una meta operativa del Eje de Reconstrucción de la Relación que moviliza al Subsistema de Interacción y Cambio del modelo. Una de las cualidades del sujeto operador, para perseguir esa meta, es la creatividad.

¿Pero qué es la creatividad?

En Conexiones creativas, la herramienta secreta de las mentes innovadoras (editorial GG, Barcelona, 2018), Dorte Nielsen y Sarah Thurber dicen que la habilidad de establecer conexiones es esencial para desarrollar la creatividad y que es la creatividad la que ayuda a construir molinos. Es el tipo de pensamientos que ayuda para la resolución creativa de problemas, a aventurarnos en territorio desconocido, detectar oportunidades estratégicas y encontrar nuevas soluciones.

Conexiones creativas: libro de Dorte Nielsen y Sarah Thurber

En el Capítulo dedicado a la creatividad del libro Yo tengo razón, tú estás equivocado (ediciones B, Barcelona, 1992), Edward De Bono señala que “culturalmente es asombroso lo poco que hemos hecho con respecto a la creatividad, aunque reconocemos que el progreso ha dependido en buena parte de ella” y apunta varias razones para este asombroso error:

  1. una, es la creencia básica, de que toda idea creadora valiosa debe ser lógica;
  2. otra, que los genios seguirán apareciendo, los animemos o no; por lo tanto, no nos esforzamos en dirigir la creatividad sino que nos contentamos con dejar que ésta surja, como una especie de mutación casual, porque corre la idea que la gente es creadora por naturaleza y que esa cualidad se debe a la predominancia del hemisferio derecho por sobre el izquierdo del cerebro.

Y esto es un error: sólo cuando damos un salto a los sistemas auto-organizadores, en los que la provocación es absolutamente lógica, se produce la creatividad. Una provocación es algo que no surge de las estructuras presentes; es el producto de un proceso que puede ser enseñado y aprendido. La ejercitación programada de la creatividad posibilita a las personas lograr más ideas originales, permite nuevas ideas sobre el problema, lo que la convierte en una oportunidad. En la formulación de preguntas, clave para la recolección de información durante la deconstrucción del conflicto y para la toma de decisiones estratégicas, la creatividad es un valioso recurso.

El pensamiento creativo permite formularse preguntas para llegar a nuevas ideas sobre un mismo problema: lo que resulta clave en el proceso de deconstrucción del conflicto.

Diferenciándose del pensamiento lógico o vertical, el pensamiento lateral busca nuevos enfoques, es provocativo, se asocia a factores externos y es un proceso probabilístico. Para ello hay que desaprender lo aprendido, encontrar una segunda respuesta correcta, romper con la especialidad, jugar con las ideas, tolerar la ambigüedad.

Otra dinámica que se ha consolidado a partir de la denominada inteligencia colectiva es abrirse a trabajar en equipo, porque en inteligencia la totalidad puede ser mayor que la suma de las partes. Es lo que el modelo de negociación de Harvard impulsa para la generación de opciones o “tormenta de ideas” durante la negociación.

Si bien una vida creativa es una cuestión riesgosa dice Celina Chatruc en Pensar distinto (La Nación, Suplemento LNteacompaña, edición del 21 de febrero de 2021) citando a Stephen Nachmanovitch, el uso de la imaginación contribuye a la comprensión, el placer, la responsabilidad y la paz.

molino de viento. Foto de Ryan Gong:
Foto de Ryan Gong

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