La interacción entre juegos, relaciones sociales y conflictos se analiza a través de la Teoría de los Juegos y los aportes de Remo Entelman
Me interesa aquí abordar el tema de la denominada “pureza del conflicto” (Entelman, R.F., Teoría de Conflictos, Gedisa, Barcelona 2002, Capítulo 6, pág. 107). Para ello, voy a trabajar con algunos conceptos que vienen de la Teoría de Juegos, que nos van a ayudar a superar algunas confusiones y a comprender mejor lo que pretendo explicar.
Algunas consideraciones sobre la Teoría de los Juegos
Comencemos diciendo, entonces, que JUEGO es toda situación de interdependencia estratégica. Por interdependencia se entiende cualquier forma de dependencia recíproca, es decir, la relación en la cual dos o más individuos o entidades se requieren mutuamente, se necesitan el uno al otro, mientras que aparece útil aclarar aquí que entendemos por estrategia el plan general de trabajo que se formula a partir de la inteligencia que se hace del caso. La estrategia contribuye, así, a disminuir el riesgo que implica actuar en la incertidumbre.
Todo juego responde a reglas y prevé un sistema de recompensas.
JUGADOR es todo aquel que toma las decisiones en el juego; JUGADAS, las decisiones que toman los jugadores. Puesto que juego es toda situación de interdependencia estratégica, las jugadas tienen la finalidad estratégica de direccionar las jugadas de los otros jugadores en el sentido que más convenga a quien hace la jugada.
Clasificaciones de los juegos
Una clasificación tradicional de los juegos permite distinguir entre:
- Juegos de suma cero: Lo que gana uno necesariamente lo pierde el otro.
- Juegos de suma no cero o de suma positiva: Lo que uno (o colectivamente) gana no coincide con lo que el otro pierde.
- Juegos de turno simultáneo: En los juegos repetitivos los jugadores solo conocen las jugadas anteriores de los otros, pero no la actual.
- Juegos de turno consecutivo: El jugador juega después de observar la jugada de los demás.
Se debe a Schelling (The Strategie of Conflict, 1980) la reformulación de la clasificación tradicional que resulta particularmente útil a lo que pretendo explicar. Distingue tres tipos de estructura de interdependencia estratégica:
- Juegos de puro conflicto: Los intereses de los jugadores están en estricto conflicto individual y las preferencias son perfecta e inversamente correlativas respecto del resultado.
- Juegos de pura coordinación: Los intereses de los jugadores están en estricta coincidencia y las preferencias son perfecta y positivamente correlativas respecto del resultado.
- Juegos mixtos de conflicto y cooperación: Los intereses de los jugadores están en conflicto tienen una imperfecta correlación de preferencias respecto del resultado.

Schelling recurre a la clásica historia de Holmes y Moriarty[1] para explicar, con matrices de pago[2], estos tres tipos de estructura de interdependencia estratégica: Holmes y Moriarty están en distintos trenes que circulan en sentido contrario, sin posibilidad de comunicarse entre ellos, y cada uno debe decidir si baja o no en la próxima estación. Las dos estaciones en que los trenes se van a detener son dos: A y B.
Primer supuesto de juego: Juegos de puro conflicto
La regla para este supuesto de juego establece que Holmes gana y Moriarty pierde, si ambos se bajan en la misma estación; y Moriarty gana y Holmes pierde si se bajan en diferentes estaciones, con una recompensa de 3 puntos para el ganador, mientras que esa es la cifra que pierde el perdedor. Esta situación, produce la variante de suma cero, que, en una matriz de pago, se representa así:

Como se puede apreciar, todos los casilleros arrojan un resultado igual a cero.
La segunda variante mantiene las misas reglas, pero modificando el sistema de recompensas. Por ejemplo, que el ganador gana 4 y el perdedor pierde 2, que quedaría así representado en la siguiente matriz de pago.

Como vemos, la estructura del juego es la misma que la anterior, solo que aquí el resultado de cada casillero es no cero.
¿Qué pasa en este juego con la cooperación y el conflicto?: Su estructura excluye necesariamente la cooperación, y su caso extremo está constituido por los llamados juegos de suma cero, cuya característica es que todo lo que un jugador gana es exactamente igual a lo que el otro jugador pierde.
Segundo supuesto de juego: Juegos de pura coordinación.
Aquí la regla es que ambos ganan si aciertan a bajar en la misma estación y no ganan recompensa alguna si bajan en diferentes estaciones. El sistema de recompensas establece una ganancia de 4.
Dibujamos así la siguiente matriz:

Ambos jugadores tienen el mismo incentivo para cooperar. Es también un juego de suma no cero. Recuerden que ellos no tienen comunicación entre sí, pero ¿cuál sería la coordinación más obvia?: Que ambos se bajen en A.
Tercer juego supuesto de juego: Juegos mixtos
Básicamente mantiene la estructura del juego anterior en cuanto a las reglas: ambos ganan si aciertan a bajar en la misma estación y no ganan recompensa alguna si bajan en diferentes estaciones, pero lo que aquí cambia es el sistema de recompensas porque Holmes gana más si bajan en A (Holmes 8 y Moriarty 3) y Moriarty gana más si bajan en B (Moriarty 6 y Holmes 2), de modo que la matriz quedaría de la siguiente manera:

Aquí ambos tienen un claro incentivo en coordinarse para bajar en la misma estación, pero sus intereses entran en conflicto por la estación en que le conviene bajarse. Pero si no coordinan pierden los dos. La cooperación permite obtener beneficios, pero el interés introduce un factor de competencia que puede interferir en la cooperación.
Pureza del conflicto
Veamos ahora qué ocurrió con la Teoría de Conflictos en el plano de la pureza:
Apenas terminada la Segunda Guerra Mundial, con la intensificación de los análisis teóricos sobre los conflictos internacionales, comenzó a plantearse la distinción entre conflictos de objetivo único y conflictos de objetivos múltiples y también, a pesar de lo precario de la investigación, a darles denominación a unos y a otros, como conflictos puros los primeros y conflictos impuros los segundos y, de acuerdo a la diferencia que podían obtenerse de los procesos de resolución, a los conflictos puros se les atribuyó la particularidad de arrojar, como único resultado posible, un ganador y un perdedor y a los impuros que no había perdedores, solo ganadores.
Esta diferenciación, en una época en que mucho se hablaba de la teoría de los juegos, con Von Neumann y Morgenstern como mentores, hizo que en por los años 60 se hablara de conflictos puros o de objetivo único como sinónimo de conflictos de suma cero o constantes, por un lado, y de conflictos impuros o de objetivos múltiples como sinónimos de conflictos de suma variable, por otro.
Cuando comienzan las investigaciones en Teoría del Conflicto, a comienzos de la década del 70, ya el profesor Entelman señalaba que no quedaba muy claro esta distinción y que lo único que se estaba afirmando con la distinción, era que los conflictos puros no podían tratarse como aquellos de objetivos múltiples, por la dificultad de plantear intercambios que satisficieran a los contendientes. También tenía la convicción que se podía tratar a todos los conflictos con la misma actitud, en busca de soluciones favorables para todos y que no era inevitable producir un ganador y un perdedor en los conflictos de objetivo único.
Sin embargo, en su libro se reprocha no haber dicho en su momento que la distinción no era útil para los estudios sobre conflicto y por haber afirmado, en sus primeros papeles de trabajo, que no existen conflictos de suma cero, por la creencia que esa afirmación pudo causar en el sentido que no existen conflictos de objetivo único, teniendo en cuenta la terminología que distinguía entre puros o de objetivo único o de suma cero e impuros o de objetivos múltiples o de suma variable.
De todos modos, ha dejado claro que, para la Teoría de Conflictos:
- Sí existen conflictos de objetivo único.
- No existen relaciones que se agoten en un único objetivo igualmente valorado como incompatible por los actores en pugna, es decir, lo que no existe en la realidad, sino solo en alguna abstracción teórica, son relaciones sociales de puro conflicto, relaciones de un solo objetivo incompatible sin ninguna área de coincidencias o de intereses comunes.
- Visto el conflicto como una relación social aparece claro la distorsión que produce afirmar que existen relaciones sociales en las que uno de sus miembros gana exactamente lo mismo que lo que pierde el otro, con lo que también queda claro que la pareja suma cero–suma variable no es aplicable a los conflictos sino a los juegos.
- Formulada esta aclaración, podemos afirmar que lo que sí existe son relaciones sociales que se diferencian entre sí por el diferente grado que exhiben de compatibilidad o incompatibilidad de objetivos perseguidos por sus actores, lo que nos permite entonces describir y tratar con precisión esas relaciones de conflicto.
- También con estas aclaraciones, hoy podemos decir que la afirmación que ciertos conflictos solo pueden arrojar un ganador y un perdedor es una ideología y que decir que un conflicto es puro o de suma cero solo significa que uno de los actores no comparte con su oponente la creencia que existen soluciones de mutuo beneficio, esto es, que lo que sí existe son mentalidades de suma cero.
Conflictos de objetivo único
Para abundar un poco más acerca de los conflictos de objetivo único, digamos que es posible concebir que la incompatibilidad de metas en que el conflicto consiste arroje relaciones solo conflictivas, sin ninguna de cooperación, pero esas incompatibilidades están insertas en una relación que las excede.
Aún en el caso de conflictos basados en una sola meta u objetivo incompatible, es posible preguntar a los actores qué valores persiguen satisfacer para percibir no solo la existencia de semejanzas sino también las áreas de exploración para la búsqueda de cooperación.
La afirmación acerca de la existencia de conflictos de suma cero solo puede darse en los antiguos modelos de intervención en los que no se producía suficiente inteligencia y, por lo tanto, se carecía de la información debidamente procesada.
Y esto no es solo de los modelos de intervención, sino también de la formación de operadores.
La administración de un conflicto debe producir suficiente inteligencia y se verá que es posible ubicar un fin común, que lo que aparece como incompatible son los medios. Por ejemplo, el caso de los padres cuya meta u objetivo en común es la buena educación de sus hijos, difieren en los medios, esto es, en la elección de los establecimientos educativos a los que los enviarán. La confusión radica en que en muchos casos estos medios no aparecen como tales sino como objetivos.
Conflictos de suma variable
En síntesis, hoy podemos afirmar que podemos tratar a todos los conflictos como de “suma variable” y, para ello, contamos con diferentes caminos. Algunos de ellos son:
- La extensión de las metas, proponiéndose, respecto del mismo oponente, otras metas, que pueden ser de conflicto o de cooperación (Ejemplo: Al actor que plantea un conflicto de objetivo único e incompatible con el del otro, se le ofrece cooperar con él en algo que le sea valioso y que para este tenga menos valor, por ejemplo, recompensar con una suma mayor a la heredera del medio en el caso del anillo como reconocimiento a todo los cuidados que le brindó a la tía causante de la herencia.
- La división del objetivo (por ejemplo, el cobro de una deuda, dividiendo pago del capital con plazo e interés).
Cuando se realiza el análisis de las metas u objetivos, la investigación debe incluir la variable tiempo, especialmente en los conflictos de interacción continuada y los valores e intereses de cada actor, que constituye un verdadero cálculo de interdependencia.
Búsqueda de mutuos beneficios
Para finalizar y a modo de reconocimiento para el profesor Entelman, déjenme decirles que la destrucción de la antinomia fue de un valor incalculable para el desarrollo de los métodos de resolución que se basan en la búsqueda de mutuos beneficios.
Sin esa opinión, en mis investigaciones en el área de los métodos no encontraban ubicación una parte del universo de los conflictos, con lo que mis hipótesis encontraban dificultades para terminar de armarse.
Piénsese en el valor de contar con esa opinión por parte de alguien que tuvo el coraje de poner en duda conceptos que gozaban del aval de una teoría muy de moda en esa época.
La confusión a la que el Dr. Entelman alude, si hubo de producirse, no tiene ninguna entidad frente al valor incalculable que significó para el desarrollo de la teoría general de los métodos de abordaje a los conflictos, contar con una opinión que permitiera mantener la esperanza de creer que la incompatibilidad de metas no implica que los actores mantengan solo relaciones conflictivas sin ninguna de cooperación.
Comentarios:
[1] El profesor James Moriarty es un personaje ficticio creado por Conan Doyle en 1893 como enemigo de Sherlock Holmes. Moriarty es un genio criminal al que Holmes quiere atrapar.
[2] Las convenciones científicas relacionadas con el diseño de una matriz de pago establecen que la misma se arma representando a los jugadores en el borde superior y en el borde izquierdo. Los casilleros de la matriz resultan de multiplicar la cantidad de jugadores por los perfiles de acción de cada uno de ellos. En este caso, hay dos jugadores con dos perfiles de acción cada uno: bajarse en la estación A o en la estación B. Por lo tanto, la matriz contendrá cuatro casilleros. El resultado que obtiene cada jugador en cada supuesto, se anota: para el jugador señalado en el borde superior, en el extremo superior izquierdo de cada casillero; para el jugador señalado en el borde izquierdo, en el extremo inferior derecho de cada casillero.
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Teoría de los juegos20 de marzo de 2022/Sin comentarios